domingo, 17 de octubre de 2010

The Corrections, de Jonathan Franzen

Sabía yo que andaba este libro por casa. De hecho, entró cuando fue publicado, hace ya casi 10 años. Así, cuando hace unas semanas Jonathan Franzen ocupó la portada de Time Magazine con motivo de su nueva novela Freedom, decidí rescatar este de la segunda fila de alguna estantería.
Dicen los lugares comunes que los Estados Unidos están fundados sobre unos pocos valores simples y claros. Uno de ellos es la libertad, de la que presumo se ocupa Freedom. Mi primera impresión (¿o quizá debería decir mi última, dado que no se me ha ocurrido hasta haber acabado el libro?) es que en The Corrections Franzen cogió otros dos de esos valores, el de la familia y el del triunfo en la vida, los soltó en un corral y los azuzó. 
La novela se plantea una pregunta de forma explícita: what is life for? ¿Para qué vivimos? Y asistimos al desarrollo de las vidas de los miembros de la familia Lambert a medida que se aproxima el día de Navidad. La madre, Enid, una marujona a la americana, una mujer que no se ha dedicado en la vida más que a su familia, ve impotente como su marido Alfred, atacado por la demencia y la incontinencia, se convierte con cada día en que pasa en un inválido. Alfred es un tipo tan íntegro como tozudo, impulsivo pero callado, regido por sus principios aunque estos sean irracionales y supongan un prejuicio para todos los que lo rodean. Su desintegración física y mental corre paralela a la desintegración de la familia. Y esto es lo que Enid se propone evitar, a su manera. Ante la perspectiva de que ella y su marido deban dejar St Jude e irse a vivir a Philadelphia con Gary o Denise, dos de sus hijos, Enid decide que la próxima Navidad la pasarán todos juntos en la casa familiar de St Jude. Naturalmente, no cuenta con la oposición de su nuera, que también manipulará a sus tres nietos, ni con la desastrosa y caótica vida que lleva Chip, el intelectual, aspirante a guionista, antiguo profesor expulsado de la universidad por liarse con una alumna.

Si no recuerdo mal The Corrections fue publicada apenas unas semanas después del 11-S, y fue aclamada como la primera gran novela americana del siglo, fiel retrato de toda una época y todas esas cosas que se dicen. También se montó una gran polémica en EEUU alrededor de ella y de su autor, cuando el libro fue elegido por Oprah Winfrey para su club de lectura, y el propio autor se negó a asistir al programa, algo que muchos se tomaron como un desdén de intelectual al pueblo.
Yo no sabría decir si es un fiel retrato de toda una época, y tampoco creo que esa fuera la intención principal de Franzen. Es cierto que una parte sustancial del libro está dedicada al auge y caída de los negocios puntocom, así como al hundimiento de las economías del este. Esta descripción de los vaivenes de, en este caso, Lituania tiene bastante de farsa, y podría decirse que el autor fuerza demasiado la situación y se pasa de la raya. Probablemente no era necesario ir tan lejos, ni por el argumento, ni por el personaje de Chip. 
Un poco de Chip: The feeling he'd had on the last day of Consuming Narratives, the feeling that he was mistaken about everything, that there was npthing wrong with the world and nothing wrong with being happy in it, that the problem was his alone, returned with such force that he had to sit down on the bed.
Es precisamente en los personajes, más que en el argumento o en el lenguaje, donde reside la grandeza de la novela. La relación entre todos ellos es perfectamente creíble sin dejar de ser extrema. Franzen, admirador de la gran novela del XIX, tiene bien aprendido aquello tan tolstiano de "todas las familias infelices". Y sabe también que eso de "la familia normal" no existe. Todos y cada uno de los Lambert son extraordinarios, ordinarios, buenos, malos, egoístas, generosos, cobardes y sacrificados a su manera. Y con mesura, sin dejar de ser una familia. Quiero decir con esto que el lector no se pregunta cómo es posible que dos personas tan diferentes sean hermanos. 
Llegados a este punto, es donde cobra más interés la novela. Los personajes, sobre todo los tres hijos, están en un momento de su vida en el que probablemente han llegado tan lejos profesionalmente como han sido capaces, y es difícil que puedan llegar más allá. Gary ha triunfado en un ámbito puramente económico; Chip es tan inútil que sigue creyendo que algún día hará algo con su vida; y Denise ha llegado a la cúspide, no ha sabido mantenerse, y ahora no sabe si quiere volver ahí. Y con esta última Navidad juntos en la casa familiar, su madre Enid parece implorarles que recuerden quiénes son y, sobre todo, que sean conscientes de adónde van, lo quieran o no, lo sepan o no.
There came a time, however, when death ceased to be the enforcer of finitude and began to look, instead, like the last opportunity for radical transformation, the only plausible portal to the infinite.

3 comentarios:

  1. Una reseña muy interesante. Me gusta. Noto que te transportó a sensaciones similares a las que hemos tenido la mayoría de los lectores. Este tipo es grande y nos va hacer ascender a un territorio de Plena Libertad con Freedom. Estaremos al acecho en cuanto sea traducida. La literatura está en un momento de intenso esplendor.

    Un saludo Niño Vampiro. Ha sido un placer leer tu crítica.

    Tránsito Blum

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  2. Muchas gracias, Tránsito Blum. Es cierto que estamos en un momento de esplendor literario. Es lo bueno que tienen los tiempos difíciles (aunque, bien mirado, ¿cuándo los ha habido fáciles?).
    ¿Has leído algo más de Franzen?
    Un saludo

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  3. Si, todo cambia. Coincido en gran medida con vuestra opinión sobre Franzen. Yo he leido este volumen que comentas y me gustó mucho, aunque me costó (estaba entonces aun más verde que ahora con el inglés y tengo encima de la mesa leyendo un volumen de ensayo ("How to be alone"). Freedom está comprado y en cola de lectura. Pero me toca un poco las narices la campaña que le han orquestado Es sin duda un gran escritor. Y aun tiene mucho que darnos, pero ya ha quedado marcado como el autor de "La gran novela americana" con la primera, con la segunda y puede que siga asi "ab aeterno". Estando en octubre en New York, en la famosa librería Strand estaba una periodista de Nueva Zelanda entrevistando a la gente que alli compraba, para preguntarles si lo habían leido y si en caso contrario lo pensaban leer. Tras preguntarme a mi, me quedé en una mesa cercana viendo libros y me sorprendió mucho ver que a las 6 siguientes personas que les preguntaron, no lo conocían,

    Por cierto, para este volumen ya sabreis que Franzen y Oprah ya se han reconciliado. >> http://www.oprah.com/packages/freedom-by-jonathan-franzen-oprahs-book-club.html
    ¿Querrá decir algo?

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