viernes, 10 de diciembre de 2010

Inolvidable (Too Cool to be Forgotten), de Alex Robinson


Andy, un cuarentón que quiere curarse de su adicciónal tabaco, se somete a una sesión de hipnosis. En cuanto entra en trance, vuelve al año 1985 y se encuentra de nuevo en su instituto de secundaria. Tenemos así a un privilegiado que vuelve a su adolescencia con todo la experiencia y conocimiento que (a algunos) da la madurez.
Huelga decir que Inolvidable (traducción bastante pobre y perezosa del original) no es una versión gráfico-novelada de aquellas inolvidables pelis tipo "despelote en el campamento". Cuando Andy regresa al instituto, es inevitable que piense en utilizar en su beneficio toda esa experiencia. Pronto, sin embargo, nos damos cuenta de que el asunto de fondo es más serio. El protagonista no tarda en descubrir que, si ha regresado a esa época, es para poder rechazar aquel primer cigarrillo que lo convirtió, con el tiempo, en un fumador empedernido. Andy es, pues, un privilegiado que va a disfrutar de la oportunidad de corregir sus errores. Y esos errores van más allá de la falta de valor para pedirle una cita a la chica de sus sueños.
Andy se da cuenta de lo sencillo que es plantar cara a los matones, de que la gente que más vale la pena conocer son aquellos "raros" de los que nos reímos; de que los líderes, por los que perdíamos el culo por que nos permitieran estar a su lado, no eran sólo cobardes y superficiales, sino también un soberano coñazo; Andy, sabedor de todo lo que de bueno tiene el destino que aguarda a esos chicos rarillos sin amigos, intenta darles ánimos, intenta hacerse su amigo, pero los tíos guays se ríen de él. En resumen, el hombre de 40 años, experimentado, maduro y conocedor del futuro, se esfuerza por evitar que los chicos con los que creció arruinen sus vidas o se la amarguen a los demás. Esfuerzos que caen en saco roto, por descontado. Y así debe ser. Porque el autor en ningún momento pretende dar un sermón. Es necesario hacer el idiota, nos dice, y ser, en ocasiones, un auténtico capullo. En eso consiste la juventud. En hacer oídos sordos a las palabras sabias de nuestros mayores, aun sabiendo que tienen razón. A veces hay que decidir si preferimos pasarlo bien hoy y amargarnos el futuro, o apretar los dientes, capear el temporal de nuestros 15 años, y esperar que el destino nos compense.
Asistimos así a una desmitificación de la adolescencia, una época que esconde una gran tragedia: los errores que cometemos entonces no tienen vuelta atrás, no se pueden corregir, y, por mucho que se piense que tenemos toda la vida por delante para hacerlo, nos equivocamos. Las consecuencias de esos errores, a diferencia de los que cometeremos en nuestra madurez, nos acompañarán toda la vida: ese miedo a que la chica se ría de nosotros, ese viaje al volante borracho, ese polvo sin condón, ese visceral rechazo del padre hasta que es demasiado tarde... Durísima escena final, conmovedora, inolvidable.

4 comentarios:

  1. Hola, quería felicitarte por el blog. Tengo que verlo tranquilamente, pero estoy viendo muchisimas cosas que me interesan.
    En segundo lugar decirte que tu avatar es simplemente... impresionante. Da miedo.
    En tercer lugar que la crítica de este libro me ha encantado. Lo he pedido por internet para leerlo. Da la impresión de ser como mínimo divertido.

    De nuevo enhorabuena. Nos veremos por aqui,

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  2. Hola, Óscar, muchas gracias. Yo tropecé anoche con tu blog y me hice seguidor ipso facto.
    Parece que los dos comenzamos nuestros blogs como uno de esos buenos propósitos para el nuevo año, y aquí estamos todavía, al pie del cañón. Yo, personalmente, cada día me lo paso mejor actualizándolo, e intento no tomármelo tan en serio como al principio.
    Este libro es, desde luego, muy entretenido, tiene algunos grandes momentos, y la última escena, como digo en el blog, es inolvidable. No sé si está a la altura de "Malas Ventas" (¿la conoces?), aunque es difícil compararlas, dada la diferente envergadura que tienen.
    Un saludo y, de nuevo, gracias.

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  3. ¿"Malas ventas"?. Que va, no lo conozco, ¿del mismo autor?. No había oido hablar. Cuenta, cuenta....
    Que ahora para las navidades siempre me gusta tener alguna lectura de este tipo para intercalar con las más dificultosas en inglés. Suelo recurrir a Wodehouse o Sharpe, pero este como digo parece prometedor. De paso, la portada me encanta.

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  4. Se dice que "Malas ventas" (Box Office Poison) es su obra maestra. Es mucho más extensa que "Inolvidable" (se publicó en 5 volúmenes), y seguro que te hará pasar muy buenos ratos. Multitud de personajes (seis principales, muchos secundarios, si recuerdo bien), ambiente urbano, historias que se entrecruzan, todo con un aire de cine independiente.
    Mira, me han entrado ganas de volverla a leer...

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