viernes, 13 de mayo de 2011
La Gran Trilogía (2): Memorias de un Antisemita, de Gregor von Rezzori
Sucede con algunos libros que, durante su lectura, sientes que pisas terreno seguro, y sin embargo, cuando te quieres dar cuenta, te estás hundiendo en arenas movedizas. Memorias de un antisemita es uno de esos libros. El lector va avanzando a través de una prosa más sencilla que la del Armiño, se siente cómodo, en tierra conocida y de repente se dice "un momento... o sea que, ¿todo esto...?"
Por eso, este libro es difícil de reseñar sin traicionar el espíritu de la novela y estropear el goce del lector. No, no hay suspense ni misterio. Pero sí hay un excelente artificio literario, un salto que traslada el libro - unas memorias que tienen tanto de ficticio como de confesión - del campo del testimonio al de la creatividad literaria más nabokoviana. Antimemorias de un semita, también podría titularse el susodicho.
Estas memorias que no son tales nos vuelven a situar en un escenario muy cercano al de Un armiño en Chernopol. Y también aquí tenemos a un niño al que, en este caso, sí veremos crecer y reproducirse. ¿Se trata del mismo que nos narró el Armiño? Sí y no. La voz narradora es la misma, el personaje es otro. Todo parece indicar que se trata del autor mismo. Si hemos pasado de unos nombres ficticios a un escenario real, ¿por qué no va a tratarse de Rezzori, dado que además esto son unas "memorias"? No sé si lo explico bien, ni siquiera sé si lo entiendo, pero al leer el libro está clarísimo.
El libro está organizado en cinco partes, cada una de las cuales se centra en un personaje diferente, todos ellos judíos. La "cuestión judía" es uno de los ejes centrales del libro y lo interesante es que nos acercamos a ella desde un punto de vista superficial, lleno de prejuicios y con todos los mitos y leyendas sobre el judaísmo, desde las narices ganchudas hasta el carácter especulador y poco de fiar. Sin embargo, Rezzori, de modo magistral, consigue mantener la "dignidad literaria" del narrador. A ver si me entiendo yo mismo: el autor, metido de lleno en el juego de la confesión sugerida por el título, nos invita a formarnos un juicio sobre dicho narrador. Deducimos que su antisemitismo tiene más de herencia que de convicción, a la vez que lo oímos en más de una ocasión expresar opiniones propias de un convencido nacionalsocialista. Por otra parte, lo vemos alejarse paulatinamente de esa actitud, y en ningún momento lo vemos intentar racionalizar sus prejuicios, como haría cualquier verdadero antisemita. Rezzori consigue así retratar un antisemitismo lejos de la caricatura y el fanatismo. En definitiva, el antisemitismo de tu jefe, tu cuñado y tu vecino, de toda Europa central y oriental en aquellos infaustos años.
Memorias de un antisemita, escrito 20 años más tarde que el Armiño, es probablemente el libro de Rezzori más conocido internacionalmente, algo que, en parte, debe sin duda al gancho de su acertado título. Dice Claudio Magris en la introducción que estamos ante una obra maestra. Desconozco si le está agradeciendo a Rezzori la dedicatoria. Estas Memorias son, desde luego, muy interesantes y de lectura compulsiva, y recrean una atmósfera cautivadora y perdida para siempre que me ha recordado en algunos momentos a Isaac B. Singer (casi podría decirse que Rezzori estudia el judaísmo desde el lado opuesto al de Singer). A mí, sin embargo, me parece que el libro tiene más de original y arriesgado que de obra maestra (aunque a excelente sí que llega). Uno no sabe muy bien cómo tomarlo, y aquí vuelvo al desconcierto que mencionaba al principio.
La solución, como siempre, la relectura. Merecida.
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Me ha pasado muchas veces lo que refieres en la entrada, el no saber explicar algo o no saber si lo estoy explicando bien, pero sabiendo que mientras que lo leo en mi cabeza está clarísimo.
ResponderEliminarNo había oido hablar nada de este autor, pero me estan dando muchisimas ganas entre esta entrada y la anterior que le dedicaste de comprar esta trilogia. Suena(como tú dices) muy "a la Roth". Y yo a Roth le debo mucho en una época de mi vida.
Yo tampoco había oído hablar de él. Me topé con el libro en la biblio y me lo agencié. Ahora he hecho una interrupción antes de acometer la tercera parte, que promete mucho.
ResponderEliminarRespecto a lo de Roth, parece que no me expliqué demasiado bien. Lo que quería decir es que, pese a algunos elementos en común con sus novelas, el estilo de Rezzori es mucho más próximo al de Musil o Canetti que al de Roth.
Un saludo.
Canetti también me "priva".Y Musil (auqnue hace más tiempo que lo lei). Asi que sea como sea, creo que lo buscaré.
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